Microhistorias
Artesanas indigenas, racismo y discriminacion
Jose Martinez Cruz
Las artesanas indigenas nahuas y mazahuas del centro historico de Cuernavaca sufren hostigamiento, persecución, represión, discriminación y racismo por parte del gobierno panista del ayuntamiento municipal de Cuernavaca.
Desde el mes de junio se montó un operativo de 50 policias y un numero similar de inspectores del comercio en via publica para desalojar a cerca de 300 mujeres artesanas indigenas que venden vasijas de barro, pinturas en papel amate, carpetas y blusas bordadas con brillantes colores, pulseras, collares y aretes de piedras rusticas y conchas, plumas, madera, todo ello elaborado con sus propias manos por el conocimiento cultural transmitido de generación en generación de las comunidades indigenas de origen nahua y mazahua, sobre todo provenientes del estado de Guerrero, de las comunidades de Tlamacazapa, San Agustin Oapan, Ameyaltepec y la zona del Alto Balsas, asi como de San Antonio de la Laguna de la region mazahua del Estado de Mexico.
A principios del mes de junio se aplicó un acuerdo tomado por el Cabildo Municipal (integrado por regidores del PAN, PRD, PRI, Convergencia y Partido Verde) de fecha 21 de noviembre de 2006, que establece la prohibicion para efectuar el comercio ambulante o semifijo en la Plaza de Armas y demas plazas, jardines, calles, callejones, privadas, avenidas, boulevares, calzadas y en general todo espacio de uso común que se encuentre destinado al libre tránsito y uso en el Centro Historico de Cuernavaca, según decreto numero 4 mil 498 de fecha 8 de diciembre de 2006.
Usted puede ir al zocalo de la ciudad y se percatará que casi todo sigue igual: puestos de chicharrones, de elotes, de globos, de cuadros de grafitti, de tacos de canasta, papitas doradas, raspados, y también los payasos, merolicos, fotografos ambulantes. Solo observará dos cambios, uno, la presencia de policias en cada esquina, y dos, la ausencia total de indigenas que antes circulaban por toda la plaza ofreciendo sus artesanias multicolores y eran la imagen principal de lo que siguen siendo los anuncios en television para promover a Cuernavaca como centro turistico a nivel mundial.
Uno se pregunta ante esta situación: ¿acaso el acuerdo del Cabildo va dirigido exclusivamente en contra de las mujeres indigenas artesanas? Lo niegan inmediatamente las autoridades. Tenemos varios escrito que hemos intercambiado con el ayuntamiento al respecto. Todas las respuestas del Consejero Juridico ante nuestros cuestionamientos sobre la violacion al derecho al trabajo, al comercio, al libre tránsito y a no ser molestados sin orden alguna, están basados en reglamentos como el Bando de Policia y Buen Gobierno y solo timidamente en el articulo 5 de la Constitucion, pero jamás respondiendo a los severos cuestionamientos sobre la no aplicación del Convenio 169 de la OIT y los derechos indigenas consagrados en el articulo 2 de la Constitucion y el derecho a la no discriminacion establecido en el articulo 1 del mismo ordenamiento que, debe saberse, están por encima de cualquier reglamento. Si, de derechos indigenas se trata, y eso deben de entenderlo las autoridades, tarde o temprano pero lo tendrán que hacer, esperemos que sea a la brevedad posible para que se les restituya derechos adquiridos durante largos años de trabajo desarrollado por estas mujeres indigenas que sobreviven de su trabajo dia a dia.
"Tengo cerca de 40 años de trabajar vendiendo artesanias", nos dice doña Francisca, y su voz se le quiebra, pero se hace escuchar no solo en la oficina de la Comision Independiente de Derechos Humanos, sino ante la Comision de Asuntos Indigenas del Congreso del Estado, cuando toma la palabra ruborizada ante el microfono, hablando pausadamente porque asi lo hace en castellano, porque cuando lo hace en su lengua materna el nahuatl, la fluidez que muestra en sus ideas no permitiria al traductor hacerlo todo del conocimiento de quienes tratamos de aprender algunas palabras en las lenguas originarias de este pais, que sigue estando profundamente dividido entre los de arriba, que solo se escuchan a si mismos, y los de abajo, que se niegan a desaparecer de la escena, ante una ralidad que trata de imponer el capitalismo neoliberal del libre mercado en donde se excluye, se persigue, se elimina a los condenados de la tierra.
Gabriela, pequeña indígena de ojos profundamente negros, tambien se atreve a tomar el microfono para denunciar que los inspectores le decomisan sus mercancias y les dicen "indias mugrosas". Su voz no se quiebra. Tiene una enorme conviccion de lo que dice. Dignidad, se llama, asi de sencillo.
Flor, con su pequeña hija en brazos, tambien dice que sobreviven de su trabajo y que van al dia para mantenerse, sobreviviendo, por lo que no entienden a los que les niegan el derecho a ganarse la vida de esta manera. Y se sorprende cuando el Sindico Procurador menciona que hay averiguaciones en la PGR sobre trata de personas, porque ella siempre ha sabido trabajar por ella y por su comunidad. Cuando explicamos que, en efecto, hay que combatir la explotacion y que nadie debe pisotear sus derechos, sus ojos se agrandan aun más y nos dice todos los maltratos y humillaciones que ha sufrido a manos de ricos, juniors y restauranteros que se sienten por encima de ella y sus hermanas del pueblo.
¿Quién de los funcionarios será capaz de sentir profunda indignacion ante estos atropellos para impedir que continuen efectuandose en pleno centro de Cuernavaca?
Una cosa es segura: para combatir el racismo y la discriminacion contra las mujeres artesanas indigenas, el primer paso ya está dado y se trata precisamente de la conciencia de sus propios derechos y la conviccion de defenderlos. Cuando veo las artesanias multicolor que exhiben frente a las y los diputados del Congreso del Estado para mostrar que no venden productos chinos, pienso que estas mujeres van a lograr lo que quieren porque, lo sabemos, son la sal de la tierra.
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